En la madrugada del domingo 26 de octubre de 2025, los relojes se retrasarán una hora: a las 03:00 serán las 02:00. Este ajuste marca el inicio del horario de invierno y traerá consigo días más cortos, amaneceres más tempranos y tardes con menos luz.
Aunque para muchos supone “dormir una hora más”, el cambio de hora altera los ritmos biológicos y puede afectar tanto al descanso como a la concentración, algo especialmente relevante para los profesionales del transporte que pasan largas horas al volante.
Amaneceres más tempranos y atardeceres mucho antes
Tras el cambio horario, el sol saldrá y se pondrá antes. Según datos del Instituto Geográfico Nacional, los horarios aproximados en los días posteriores al cambio serán:
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Pamplona / Navarra: salida del sol entre las 7:45 y 7:50, puesta entre las 18:10 y 18:00.
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Madrid: amanecer entre las 7:40 y 7:45, y anochecer entre las 18:20 y 18:10.
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Bilbao: salida entre las 7:39 y 7:46, puesta entre las 18:11 y 18:04.
Estas variaciones se mantendrán hasta diciembre, cuando se alcance el día más corto del año, el 21 de diciembre, con poco más de nueve horas de luz solar.
El nuevo horario hace que amanezca antes, pero también oscurezca mucho antes, lo que implica más horas de conducción nocturna y condiciones de visibilidad reducida para el sector del transporte.
Impacto en el descanso y la seguridad de los transportistas
Los expertos señalan que los cambios de hora pueden afectar al sueño y al rendimiento durante varios días. En el caso de los transportistas, esto se traduce en:
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Desajuste en los ciclos de sueño: la alteración del reloj biológico puede provocar fatiga o menor concentración al volante.
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Cambios en los turnos y registros de tacógrafo: al retroceder una hora, es necesario verificar que los sistemas de control registren correctamente las horas reales de conducción y descanso.
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Mayor conducción con menor luz: los trayectos de tarde-noche aumentan el riesgo de accidentes por falta de visibilidad o cansancio acumulado.
El medico Gonzalo Pin, en declaraciones recogidas por Diario de Navarra, recuerda que los horarios de luz tan tardíos o cambiantes tienen consecuencias sobre el sueño y el estado de alerta, lo que también puede trasladarse al ámbito profesional de quienes conducen o trabajan con horarios prolongados.
Consejos para empresas y profesionales del transporte
Desde TRADISNA recomendamos a los socios y profesionales del sector tomar en cuenta las siguientes pautas ante el cambio de hora:
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Planificar descansos antes y después del cambio horario, evitando sobrecargas o turnos prolongados la madrugada del 26 de octubre.
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Verificar los tacógrafos y sistemas de control de flotas, ajustando la hora correctamente para evitar errores de registro.
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Revisar los equipos de iluminación (faros, luces de posición y señalización) ante el incremento de horas con menor luz natural.
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Adaptar rutas y horarios de entrega, considerando la reducción de visibilidad y las condiciones meteorológicas más inestables.
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Informar al personal de los cambios, promoviendo hábitos saludables de descanso y alimentación para facilitar la adaptación.
Por qué se mantiene este cambio
El cambio de hora no es una decisión local, sino una medida coordinada a nivel europeo. Busca ajustar las actividades humanas a las horas de luz disponibles en cada estación del año.
Durante el invierno, el hemisferio norte recibe menos radiación solar, lo que genera días más cortos y noches más largas.
Aunque existe un debate sobre su utilidad, la Unión Europea aún no ha eliminado oficialmente este sistema, por lo que España mantendrá al menos hasta 2026 los dos cambios anuales (primavera y otoño).
El cambio al horario de invierno de octubre de 2025 afectará inevitablemente al ritmo de trabajo, descanso y seguridad vial de los profesionales del transporte. Con una buena planificación y pequeños ajustes en la gestión de rutas y turnos, el sector puede adaptarse sin dificultades a las nuevas condiciones
