La competencia desleal permite a una empresa española tener costes salariales hasta ocho veces más reducidos
Si nos ponemos en la piel de un turista e imaginamos un viaje a la ciudad de Bucarest o a la región de Transilvania, ambas situadas en Rumanía, el trayecto puede resultar sin duda algo idílico. Pero ese escenario cambia por completo si en lugar de un viajero somos un transportista y dicho recorrido lo realizamos dentro de un camión en lugar de subirnos a un avión. Esta ruta, España – Países de Europa del Este, hace las delicias de los empresarios dedicados al transporte, que cada vez cuentan con más filiales en países como Rumanía, Bulgaria o Polonia, las llamadas “Empresas buzón”, que según los últimos datos ya acaparan el 25% (una cuarta parte) del transporte internacional con origen o destino España. Los datos se vuelven mucho más preocupantes todavía si hablamos de operaciones de cabotaje, ya que estas empresas acaparan entre un 75% y un 90% de las operaciones que se realizan en nuestro país.
Pero, ¿qué es una empresa buzón? Se trata de compañías españolas que tienen su sede en un país de Europa del Este pero que en realidad actúan u operan en España, lo que les permite abaratar costes salariales (de impuestos y de seguridad social de la mano de obra). El coste salarial puede llegar a ser hasta ocho veces más reducido, por lo que supone un negocio próspero para los empresarios y devastador sobre todo para las pequeñas y medianas empresas además de para la Hacienda y la Seguridad Social española, que ven como se les escapan miles de euros de sus arcas debido a estas operaciones.
Para hacer frente a este fenómeno, el cambio de Gobierno y la llegada del ministro José Luís Ábalos, ha propiciado por fin la entrada de España en la Alianza Europea por la Carretera, a la que en un principio el anterior Gobierno rechazó entrar. Formada por 9 países, pretende entre otros objetivos cooperar y coordinar acciones para terminar con estas empresas fraudulentas. La decisión ha sido aplaudida tanto por nuestra Asociación como por Fenadismer, (que ya había exigido en numerosas ocasiones el control absoluto de las situaciones de competencia desleal), aunque con algo de escepticismo, pues habrá que esperar a ver qué se consigue.
La competencia desleal generada por las Empresas buzón es sin duda una de las lacras que más afectan y preocupan a los transportistas, que han visto como se han perdido más de 30.000 empleos en el sector desde que comenzó la crisis, con lo que esto representa.